Cuando estaba estudiando la carrera de Filosofía, en la Universidad de La Laguna, un grupito de almas inquietas con ganas de comernos el mundo "fundamos" una revista. La llamamos "Raciocidio", haciendo un juego de palabras entre "suicidio" u "homicidio", por una parte, y "razón", por otra. Sacamos 2 números que vendimos a veinte duros cada una (100 pesetas, o sea, 60 céntimos). Como la filosofía, en principio, no vende mucho, decidimos hacer una campaña de marketing agresiva, para promocionar la revista. Empapelamos la facultad con carteles publicitarios que pretendían ser ingeniosos. Uno de ellos decía en letras gigantescas:
¡¡¡Sexo gratis!!!
A continuación, en letra más pequeña, rezaba el cartel: "Ahora que hemos conseguido llamar tu atención, queremos anunciarte la aparición de la nueva revista Raciocidio sobre bla, bla, bla...". No vendimos los 500 ejemplares, casi todos tuvimos que regalarlos y, como toda empresa filosófica, la cosa nos deparó ciertas pérdidas económicas. Pero era tan divertido observar a la gente mirando a un lado y a otro y -tras asegurarse de que nadie lo espiaba- acercarse hasta poder leer la letra pequeña de ese magnífico reclamo en dos palabras: "sexo gratis".
Perdona que haya utilizado la misma artimaña para llamar tu atención. Pero es que este post pretende comentar las respuestas que has dado tú y tus compañeros a la entrada titulada "AbLaCiÓn DeL cLíToRiS" y no me gustaría que dejaras de leerlo.
En primer lugar, felicitarles a todos, porque no ha habido nadie (a diferencia de lo que ocurriera con tareas anteriores) que haya dejado de contestar a las preguntas, bien con un comentario al post, bien con una entrada en su blog.
Es verdad que echamos de menos la presencia aquí de Dah, de Abdelhadi y de Nicoleta... pero ellos tienen aun que culminar una tarea mucho más importante y más difícil que las que en este viaje a éTiCa estamos todos nosotros realizando: aprender a desenvolverse en una lengua que no es la suya. ¡Ojalá puedan ya pronto embarcarse en igualdad de condiciones con todos nosotros!
Hay, pues, tres menos a bordo. Pero en cambio nos acompaña una invitada de lujo, Hinaiseki, cuyos comentarios le agradezco encarecidamente, por ser tan certeros, claros y sugerentes. Gracias, Hinaiseki, estamos aprendiendo mucho contigo.
En segundo lugar, me gustaría que, para próximas tareas de a bordo, cuando la publicación de un post en tu blog sea optativa (como en el caso del que hablo), lo indicaras en "No SóLo éTiCa", dejando un comentario avisándome: "Profe, he publicado la respuesta en mi blog". Algunos de ustedes lo han hecho; pero no todos.
Respecto a las 3 preguntas formuladas en "AbLaCiÓn DeL cLíToRiS", te recomiendo que leas las respuestas que han dado tus compañeros, ya sea en sus blogs, ya sea como comentario a el post en "No SóLo éTiCa". Haré aquí y ahora, no obstante, algunas observaciones.
Daniel Hawthorn y Marco dan en el clavo en cuanto a la primera pregunta. En efecto, la diferencia entre los castrati y las niñas que son sometidas a la ablación consiste en que los primeros acceden de motu propio mientras que a las niñas, la mayor parte de las veces, las obligan. Myriam señala en su blog lo importante que resulta esta diferencia y deduce de ello que no hay nada de malo en la práctica de la ablación del clítoris si ésta es fruto de una decisión voluntaria.
En cuanto a la pregunta "a" ("¿Qué opinas de este argumento esgrimido por las culturas que practican la ablación femenina?") me gustaría que revisaras tu respuesta y comprobaras si has respondido a lo que se pregunta, o bien te has limitado a decir qué te parece la ablación del clítoris. Algunos de ustedes no han sido del todo cuidadosos y han respondido a esto último.
También en la pregunta "b" ("¿Existen en nuestra cultura (España, Europa, Occidente) creencias y valores en torno a la sexualidad similares a los que parecen tener esos defensores de la ablación?") muchos de ustedes se han ido por la tangente y se han dedicado a hablar exclusivamente del machismo que aún impregna en muchos aspectos a nuestra cultura.
Se trataba de fijarse bien en la pregunta y en lo que pide. No se pregunta si hay algo parecido a la ablación del clítoris en nuestra cultura, como muchos han interpretado. Ni si la mujer está tan discriminada en estos lares como en aquellos sitios en los que practican la ablación.
No. Se trataba de decir si existen en nuestra cultura creencias, ideas o valores en torno a la sexualidad semejantes a los que parecen tener quienes piensan que en el goce y el disfrute de la sexualidad hay algo pecaminoso o perverso (que hace que tenga que ponérsele remedio mediante la extirpación del órgano protagonista en lo relativo a la sensación de placer sexual en la mujer).
Y sí. Claro que existen, como muchos de ustedes han puesto de manifiesto. Recomiendo la lectura, por ejemplo, del post que ha hecho César en su blog, o del comentario de Hinaiseki a el post de la AbLaCiÓn DeL cLíToRiS... Son sumamente ilustrativos.
Daniel H. lo expresa con bastante ironía cuando sentencia (como respuesta a la pregunta "b"): "Claro, está la Biblia". La respuesta es correctísima y brillante, aunque para mi gusto peca de excesiva indolencia.
Y es que la religión que tiene a la Biblia como libro sagrado (y en particular la confesión católica) ha sido y es especialista en abominar de todo aquello que suene a "sexo practicado sin otro fin que la mera satisfacción y el mero placer, mas no encaminado a la reproducción".
Ello explica su condena a las relaciones sexuales prematrimoniales, su condena al uso del preservativo, su condena a las personas homosexuales, su condena a la solitaria práctica del onanismo, su condena a que los sacerdotes o las monjas puedan también tener relaciones sexuales normales (no me refiero a las de tipo pedófilo, contra las que no siempre luchan con suficiente ahínco), su condena al aborto bajo cualquier circunstancia...
En fin, a todo eso (y más) me refería en el post anterior cuando decía que a veces "vemos la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio". Es decir, que la creencia de que la sexualidad es algo que debe estar relacionado con la procreación pero no con el disfrute y el placer no es algo que piensen únicamente quienes se dedican a practicar la ablación del clítoris. No, como puedes ver, se trata de una creencia sólidamente instalada en nuestra cultura; o al menos, en la tradición judeocristiana que la impregna.
Para terminar: ¿significa la reivindicación del placer como una dimensión esencial de la sexualidad que el sexo no tenga nada que ver con el amor? Evidentemente, no.
Ahora bien: ¿es deseable el sexo sin amor? Esta es una pregunta que te dejo para ti. Eso sí, sólo si te apetece responderla...
Perdona que haya utilizado la misma artimaña para llamar tu atención. Pero es que este post pretende comentar las respuestas que has dado tú y tus compañeros a la entrada titulada "AbLaCiÓn DeL cLíToRiS" y no me gustaría que dejaras de leerlo.
En primer lugar, felicitarles a todos, porque no ha habido nadie (a diferencia de lo que ocurriera con tareas anteriores) que haya dejado de contestar a las preguntas, bien con un comentario al post, bien con una entrada en su blog.
Es verdad que echamos de menos la presencia aquí de Dah, de Abdelhadi y de Nicoleta... pero ellos tienen aun que culminar una tarea mucho más importante y más difícil que las que en este viaje a éTiCa estamos todos nosotros realizando: aprender a desenvolverse en una lengua que no es la suya. ¡Ojalá puedan ya pronto embarcarse en igualdad de condiciones con todos nosotros!
Hay, pues, tres menos a bordo. Pero en cambio nos acompaña una invitada de lujo, Hinaiseki, cuyos comentarios le agradezco encarecidamente, por ser tan certeros, claros y sugerentes. Gracias, Hinaiseki, estamos aprendiendo mucho contigo.
En segundo lugar, me gustaría que, para próximas tareas de a bordo, cuando la publicación de un post en tu blog sea optativa (como en el caso del que hablo), lo indicaras en "No SóLo éTiCa", dejando un comentario avisándome: "Profe, he publicado la respuesta en mi blog". Algunos de ustedes lo han hecho; pero no todos.
Respecto a las 3 preguntas formuladas en "AbLaCiÓn DeL cLíToRiS", te recomiendo que leas las respuestas que han dado tus compañeros, ya sea en sus blogs, ya sea como comentario a el post en "No SóLo éTiCa". Haré aquí y ahora, no obstante, algunas observaciones.
Daniel Hawthorn y Marco dan en el clavo en cuanto a la primera pregunta. En efecto, la diferencia entre los castrati y las niñas que son sometidas a la ablación consiste en que los primeros acceden de motu propio mientras que a las niñas, la mayor parte de las veces, las obligan. Myriam señala en su blog lo importante que resulta esta diferencia y deduce de ello que no hay nada de malo en la práctica de la ablación del clítoris si ésta es fruto de una decisión voluntaria.
En cuanto a la pregunta "a" ("¿Qué opinas de este argumento esgrimido por las culturas que practican la ablación femenina?") me gustaría que revisaras tu respuesta y comprobaras si has respondido a lo que se pregunta, o bien te has limitado a decir qué te parece la ablación del clítoris. Algunos de ustedes no han sido del todo cuidadosos y han respondido a esto último.
También en la pregunta "b" ("¿Existen en nuestra cultura (España, Europa, Occidente) creencias y valores en torno a la sexualidad similares a los que parecen tener esos defensores de la ablación?") muchos de ustedes se han ido por la tangente y se han dedicado a hablar exclusivamente del machismo que aún impregna en muchos aspectos a nuestra cultura.
Se trataba de fijarse bien en la pregunta y en lo que pide. No se pregunta si hay algo parecido a la ablación del clítoris en nuestra cultura, como muchos han interpretado. Ni si la mujer está tan discriminada en estos lares como en aquellos sitios en los que practican la ablación.
No. Se trataba de decir si existen en nuestra cultura creencias, ideas o valores en torno a la sexualidad semejantes a los que parecen tener quienes piensan que en el goce y el disfrute de la sexualidad hay algo pecaminoso o perverso (que hace que tenga que ponérsele remedio mediante la extirpación del órgano protagonista en lo relativo a la sensación de placer sexual en la mujer).
Y sí. Claro que existen, como muchos de ustedes han puesto de manifiesto. Recomiendo la lectura, por ejemplo, del post que ha hecho César en su blog, o del comentario de Hinaiseki a el post de la AbLaCiÓn DeL cLíToRiS... Son sumamente ilustrativos.
Daniel H. lo expresa con bastante ironía cuando sentencia (como respuesta a la pregunta "b"): "Claro, está la Biblia". La respuesta es correctísima y brillante, aunque para mi gusto peca de excesiva indolencia.
Y es que la religión que tiene a la Biblia como libro sagrado (y en particular la confesión católica) ha sido y es especialista en abominar de todo aquello que suene a "sexo practicado sin otro fin que la mera satisfacción y el mero placer, mas no encaminado a la reproducción".
Ello explica su condena a las relaciones sexuales prematrimoniales, su condena al uso del preservativo, su condena a las personas homosexuales, su condena a la solitaria práctica del onanismo, su condena a que los sacerdotes o las monjas puedan también tener relaciones sexuales normales (no me refiero a las de tipo pedófilo, contra las que no siempre luchan con suficiente ahínco), su condena al aborto bajo cualquier circunstancia...
En fin, a todo eso (y más) me refería en el post anterior cuando decía que a veces "vemos la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio". Es decir, que la creencia de que la sexualidad es algo que debe estar relacionado con la procreación pero no con el disfrute y el placer no es algo que piensen únicamente quienes se dedican a practicar la ablación del clítoris. No, como puedes ver, se trata de una creencia sólidamente instalada en nuestra cultura; o al menos, en la tradición judeocristiana que la impregna.
Para terminar: ¿significa la reivindicación del placer como una dimensión esencial de la sexualidad que el sexo no tenga nada que ver con el amor? Evidentemente, no.
Ahora bien: ¿es deseable el sexo sin amor? Esta es una pregunta que te dejo para ti. Eso sí, sólo si te apetece responderla...